domingo, marzo 26, 2017

Mandroid

Mandroid, 1993, Charles Band, Full Moon, Jack Kirby

Siempre nos resultan más interesantes los proyectos que nunca llegaron a materializarse. El hecho que no vieramos ningún fotograma pero nos empapemos de las ideas de sus creadores, hacen volar nuestra imaginación. ¿Qué hubiera pasado con el Spiderman de la Cannon? Pues que hubiera sido un cagarro a la altura del Capitán América de Albert Pyunn. Pero al contar únicamente con aquellos pósters con los que Golan y Globus buscaban algún pobre alma descarriada que les diera sus millones para poder hacer alguna de las suyas, pues se nos queda el poso que aquello podría haber funcionado.

La mayoría de estos proyectos fallidos son más de productoras de serie B con la Cannon y la Empire de los Band a la cabeza. Mucho tiene que verque exista material de la preproducción, básicamente pósters o sesiones fotográficas.


Mandroid, 1993, Charles Band, Full Moon, Jack Kirby

Todo esto viene a cuento porque la mentada Empire, en su época 80tera, la de máximo esplendor, tenía muy presente el mundo del cómic. Llegando, incluso, a contratar los servicios del mismísimo Jack Kirby para que desarrollase personajes puramente superheroicos con miras de adapatarlos al celuloide.

El primer personaje era Doctor Mortalis, un trasunto del Doctor Extraño, cuya adaptación nunca llegó a buen puerto. Eso sí, Charles Band recicló la idea en los 90 y la convirtió en Doctor Mordrid, una simpática serie B que se ve con agrado pero que se olvida con la misma facilidad.


Mandroid, 1993, Charles Band, Full Moon, Jack KirbyEl segundo personaje que ideó Kirby fue Mindmaster, un tipo en silla de ruedas que conseguía transferir su mente a un robot con el que combatirá el mal. Y este tampoco acabó de salir adelante, terminando la colaboración del dibujante y guionista con la productora de los Band.
Pero como ya deberías saber, al tito Band le va el rollete Corman de rentabilizar al máximo cualquier cosa, y ya en los 90, con su nueva productora Full Moon y su contrato con la Universal para distribuirle sus producciones, se estableció en Rumanía y se asoció con una productora local, Castel Film Romania, para seguir facturando. Más o menos repitió la jugada que hizo en los 80 de irse a rodar a Italia para rebajar costes. Pero claro, es lo que he dicho mil veces en este blog, si en los 70/80 la serie B más o menos podía competir (o al menos no caer en el ridículo) ante la serie A en cuanto a efectos y maquillajes, a partir de los 90 y, sobre todo, con la explosión de los efectos digitales el abismo era insalvable. Además de que la época dorada de los videoclubs (el mercado natural de estos productos) comenzaba a llegar a su fin.


Mandroid, 1993, Charles Band, Full Moon, Jack Kirby

Mandroid tiene cierto tufo a Los 4 Fantásticos producido por Corman. Con una fotografía feista y con una estética de película de Europa del este, cosa que normal siendo una película de allí. Pero al menos en Fantastic 4 teníamos un montón de efectos y maquillajes, que eran (en su mayoría) cutres y planos pero que al menos te dejaban cierta sensación que había algo. Pero en Mandroid no hay ni eso, estando unos cuantos escalafones por debajo. Apenas veremos a un tipo desfigurado al que rápidamente le colocan una máscara al estilo Doctor Muerte para así ahorrarse el maquillaje. También veremos al androide, una cosa con cierto aire a Rom pero más PowerRangermorfoseado. Y ya. Ahí se termina cualquier cosa fuera de lo normal.

Mucho actor autóctono y malo como la tiña, parquedad de medios (hay escenas de persecuciones con la imagen acelerada), mucha zona destartalada, un cartel tramposo que básicamente copia el concepto de Kirby pese a que en la película no tengamos a ningún señor en silla ruedas, un argumento confuso y mucho sopor.
Y eso que el tema apenas llega a los 80 minutos.

Mandroid, 1993, Charles Band, Full Moon, Jack Kirby

Quizá por aquello de facturar cuanto más mejor (por lo de venderle más mierda a la Universal) casi a la vez lanzaron un spin of con el chanante título de Invisible. Las crónicas de Benjamin Knight, aunque el resultado no es tan chanante. No sufras porque en nada lo tienes aquí comentado.

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