jueves, marzo 31, 2011

Un cadáver a los postres

Un cadáver a los postres,  David Niven, Peter Falk, Peter Sellers, Maggie Smith, James Coco, Alec Guiness, Truman Capote y James Cromwell
Uno siempre tiene miedo a recuperar películas que hace años que no ve porque se puede llevar grandes chascos y decepciones. Revisa según que y te mueres de asco.
Por eso tenía mis dudas a la hora de ponerme con Un cadáver a los postres.

Recuerdo que de pequeño me gustaba un montón. Ya desde esos títulos de crédito, con una ilustración, que acabó siendo el cartel, firmada por Charles Addams (el creador de La família Addams), donde todos los personajes movían los ojitos (salvo Peter Falk, por aquello del ojo de cristal) con una música que me daba muy mal rollo, como de peli de miedo.
Además que siempre me han gustado estas películas que acontecen en una mansión y hay algún crimen a descubrir, muy en la línea de Agatha Christie.

Un cadáver a los postres,  David Niven, Peter Falk, Peter Sellers, Maggie Smith, James Coco, Alec Guiness, Truman Capote y James Cromwell
Precisamente ese es el planteamiento del film, una crítica paródica de las novelas en la línea de Christie o Ellery Queen.
Lionel Twain (Capote, aunque su papel querían que lo hiciese Orson Welles), un misterioso millonario, invita a su mansión a los mejores detectives del mundo para retarles a resolver un asesinato que se producirá esa misma noche. El que lo resuelva ganará un millón de dólares. Con lo que todos los investigadores, que van acompañados de un ayudante/mujer/chófer, etc., tendrán toda la noche para desentramar el misterio.

Un cadáver a los postres,  David Niven, Peter Falk, Peter Sellers, Maggie Smith, James Coco, Alec Guiness, Truman Capote y James Cromwell
Con un reparto que quita el hipo: David Niven, Peter Falk, Peter Sellers, Maggie Smith, James Coco, Alec Guiness, Truman Capote y James Cromwell en su debut cinematográfico.
Todos ellos interpretan parodias de detectives ficticios. Desde Miss Marple, Hércules Poirot o Charlie Chan entre otros.
Curiosamente en el guión aparecía otro detective que iba acompañado de un doctor, es decir, la parodia de Holmes y Watson. En realidad estos dos personajes eran un par de cameos que aparecían al final del film pero que fueron descartados en el montaje final.

Un cadáver a los postres parte del guión del archiconocido Neil Simon y dirigida por Robert Moore, que hacía el debut en la gran pantalla después de haber rodado tropecientas series y telefilms.

Un cadáver a los postres,  David Niven, Peter Falk, Peter Sellers, Maggie Smith, James Coco, Alec Guiness, Truman Capote y James Cromwell
Es curioso porque la voz de cazalla tan característica de Peter Falk en Colombo fue un invento puramente español. En los dos primeros episodios de la serie el doblador ponía voz normal, pero a partir del tercero cambiaron al actor de doblaje y le pusieron esa voz áspera. Pues bien, En un cadáver a los postres, en su versión doblada, le vuelven a dar la voz cazallosa, pareciendo que el personaje es más una versión cómica de Colombo que lo que realmente era, una parodia de Richard Diamond, un detective privado que tuvo su serial radiofónico y una serie para televisión a finales de los 50.

No hace falta decir que la película aguanta el tipo de principio a fin. Con un sentido del humor muy suyo (¡como se nota que se rodó en Inglaterra!), donde todo el elenco está en su pleno, dando lo mejor de sí.

Un cadáver a los postres,  David Niven, Peter Falk, Peter Sellers, Maggie Smith, James Coco, Alec Guiness, Truman Capote y James Cromwell

Un cadáver a los postres,  David Niven, Peter Falk, Peter Sellers, Maggie Smith, James Coco, Alec Guiness, Truman Capote y James CromwellTan bien les debió ir a Robert Moore y a Neil Simon que dos años después repitieron en Un detective barato, una parodia de las películas de cine negro más cercana al spoof que al humor negro y soterrado de Un cadáver a los postres. Además en el reparto aparecían varios actores de la anterior película: Peter Falk, James Coco, Eileen Brennan y James Cromwell. También teníamos por ahí a Dom DeLuise, Louise Fletcher y el pequeño Paul Williams.

Pero no nos engañemos, esta parodia de Casablanca no está ni de lejos a la altura de la gran Un cadáver a los postres, siendo mucho menos redonda y con un tipo de humor muy diferente que seguramente haría las delicias de los ZAZ (Zucker, Abrahams y Zucker).
Ya en el 79 Moore volvió a usar un guión de Neil Simon para su tercera y última película, el dramón con tintes autobiográficos de su autor Capítulo dos.


lunes, marzo 28, 2011

sábado, marzo 26, 2011

La lengua asesina

La lengua asesina, Melinda Clarke
Por alguna extraña razón cuando me acuerdo de Atolladero me viene a la mente La lengua asesina. Quizá porque se estrenaron con apenas un año de diferencia, o porque tienen una estética desértica similar o quizá porque las dos son buenos truños de nuestro cine con insuflas de parecer serie B americana cuando apenas llegan a la Z más zetosa.

Aún y así, compartiendo tantos despropósitos, La lengua asesina tiene más crimen. Realizada con más dinero (es una coproducción anglo española, con Canal Plus y Andrés Vicente Gómez detrás y distribuida en cines por Buena Vista), con un reparto cuanto menos llamativo: la guapa de Melinda Clarke que vivía días de gloria gracias a Mortal Zombie (Return of the living dead 3), un todavía desconocido Jonathan Rhys Meyers, Robert Englund y Doug Bradley, el Pinhead de la saga Hellraiser.
Ajuntando estos dos últimos nombres parecía que querían adelantarse a la jugada del primer Wihsmaster de reunir a los actores de los monstruos más famosos del cine moderno, ¿no?
Pues bien, todos eso elementos hacen pensar que el resultado puede dar para algo cuanto menos visible, pues nada de nada.

La lengua asesina, Melinda Clarke
En La lengua asesina (o Killer tongue para los anglosajones) tenemos la historia de dos ladrones, Johnny y Candy (¿chiste privado a costa del orondo John Candy?). Él es encarcelado 4 años, mientras tanto ella decide meterse a monja en un convento. Justo poco antes de que se cumplan esos 4 años un meteorito llega a la Tierra, transformando a Candy en una vampirekiller con una lengua con vida propia y a sus 4 caniches en drag queens.
Paralelamente Johnny sigue en la prisión de trabajos forzados que está custodiada por un alcaide (Englund) tan severo como sarasa.

La lengua asesina, Melinda Clarke
El film está dirigido y escrito por el debutante Alberto Sciamma (catalán de padre italiano), que venía de dirigir anuncios y clips de Fangoria (de ahí que la banda sonora sea perpetrada por el grupo de Alaska), y que debió ver antes del rodaje Corazón salvaje y Priscilla, reina del desierto.

En un principio el film iba a ser costeado por una productora americana, siempre y cuando se eliminase todo el humor del guión y fuese un film estrictamente de terror. Ahí es cuando apareció Vicente Gómez que debió decirle a Sciamma: "no te preocupes guapo, que invito yo". Muy bien Andresito, siempre dando en el clavo.

La peli tiene una estética ultra pobre, además de un efectos especiales tirando a malos (ni me molestaré en comentar los digitales ¡buaj!). Parece mentira que detrás de ellos estuvieran la gente de Image Animation, poseedores de un currículum (Razas de noche, Horizonte final o 28 semanas después) del que se espera bastante más de lo que ofrecen en La lengua asesina, seguramente porque los medios con los que disponían en Almería no daban para más.

La lengua asesina, Melinda ClarkeY como era de esperar el film pasó con más pena que gloria por las carteleras, teniendo un merecido fracaso económico, recaudando menos de un cuarto de millón de euros, y eso que costó sobre los 4 millones.

Ale, y como está tan de moda las 3D, ya pueden sacar sus gafitas (pero las de un ojo rojo y el otro azul) del cajón y sufrir los peores 10 minutos de sus vidas y del cine patrio en un sus esplendorosas 3 dimensiones:

miércoles, marzo 23, 2011

Atolladero

Atolladero, Oscar Aibar, Pere Ponce, Iggy Pop
Atolladero parte de un cómic publicado a principios de los 90 por entregas en el Makoki, con dibujo de Miguel Ángel Martín y guión de Óscar Aibar.

El mismo Aibar se encargó de levantar el proyecto para la gran pantalla dándole forma al guión (recordemos que el Atolladero Texas del cómic son historias autoconclusivas), que acabó en manos de Arturo Duque (que había estado metido en movidas de vídeo) y Miguel Ángel González (que luego produjo cosas como ¿Te gusta Hitchcock de Argento o Los otros de Amenábar). Y con las diferentes ayudas (como siempre) del Estado, empezó la filmación de Atolladero, con el propio Aibar como director, en zonas desérticas de Navarra.

Atolladero, Oscar Aibar, Pere Ponce, Iggy Pop
La película es terriblemente aburrida. Durante sus primeros 45 minutos no pasa absolutamente nada, simplemente vemos el tiempo pasar en Atolladero, un pueblo perdido en medio del desierto tejano en pleno año 2048.
A partir de esa casi primera hora la historia comienza arrancar con el personaje de Lenny (Pere Ponce), el ayudante del sheriff, que ha sido seleccionado para incorporarse a la academia de policía de Los Ángeles. Pero para poder marchar del pueblo debe pedir permiso al mandamás de Atolladero, el anciano juez Wedley, que no estará dispuesto a dejarle ir facilmente.

Ahí, como decía, es cuando el film comienza a rodar y pasa a convertirse en una película de caza al hombre en la línea de El malvado Zaroff.

Atolladero, Oscar Aibar, Pere Ponce, Iggy PopPortada original

Uno de los puntos más destacables del film es la presencia de Iggy Pop, que está pasadísimo de vueltas. Aunque el verdadero protagonista (o al menos la trama gira a su alrededor) es Pere Ponce, que en aquella época era más popular a nivel nacional por salir en aquella copia del Club Super 3 llamada Pinnic en la 2 que por otra cosa. Y ahora se le puede ver en algún teatro de la ciudad condal acompañado del indeseable de Joel Joan.

Aparte, teníamos por ahí a Joaquín Hinojosa (el doblador de Jack Nicholson en El resplandor), Mónica Van Campen (evidentemente haciendo de fulana, aunque no se le reconoce porque lleva una máscara), Benito Pocino (Mortadelo), Félix Rotaeta (que murió durante el rodaje y su trabajo tuvo que ser acabado por un doble al que no se le ve la cara) y un cameo de Ariadna Gil.

Atolladero, Oscar Aibar, Pere Ponce, Iggy Pop
En Atolladero se nota en exceso la poca traza de Óscar Aibar, que luego siguió trabajando detrás de las cámaras, ahí podemos ver cosas suyas como la extraña Platillos volantes o la decepcionante El Gran Vázquez. En su debut se nota mucho que intenta abarcar más de lo que puede, con un diseño de producción más cercano a Supernova que a Acción mutante, con esos parajes post nucleares al estilo Tank girl, aunque por contra tiene detallitos muy conseguidos como algunas armas, los interiores del coche o algún que otro maquillaje (estaban por ahí los de DDT). Por contra tenemos elementos totalmente digitales (como un tren o coches voladores) que son muy flojos, pero que se lo perdonamos porque a mediados de los 90 el CGI estaba en sus inicios, todo ello aderezado con una banda sonora que parece los descartes de Walker Texas Ranger (obra de Javier Navarrete).

El film, que se filmó a finales del 94, tuvo muchísimos problemas de distribución, para finalmente acabar estrenándose de la mano de los cines Yelmo Icaria en verano del 97, pasando muy de tapadillo.

lunes, marzo 21, 2011

La maldición de las brujas

La maldición de las brujas, Roald Dahl, Anjelica Huston
Si días atrás hablaba de Un mundo de fantasía (Willy Wonka y la fábrica de chocolate) como una película de esas que traumatizaba a los críos de la época, la reseña de hoy no se queda atrás. Y no podía ser de otra forma viniendo de un libro del ya mentado Roald Dahl: The Witches (o Las brujas como se publicó aquí) que apareció a principios de los 80.

La maldición de las brujas, Roald Dahl, Anjelica Huston
La maldición de las brujas nos cuenta la historia de Luke, un niño que vive con su abuela que no para de contarle historias de brujas. Como que en realidad son calvas y usan pelucas, tienen largos dedos, sus ojos son morados, no tienen dedos en los pies y usan zapatos sin punta y odian a los niños que les causan mal olor.

Luke y su abuela acaban pasando una temporada en un hotel, donde curiosamente hay una convención de brujas bajo el falso nombre de una convención contra el maltrato de niños. Allí Lukas y su amigo Bruno serán presas de las brujas que probarán en ellos una fórmula que los convertirá en ratones.

La maldición de las brujas, Roald Dahl, Anjelica Huston
Uno de los mejores detalles y que me tuvo obsesionado con la vi en su momento en el cine es la historieta que explica la abuela donde una niña es capturada por una bruja y la "encierra" en un cuadro que está en casa de sus padres; y como la niña vive dentro de la pintura, moviéndose y creciendo dentro de ella hasta que murió y su dibujó desapareció.
En el libro original, aparte de esta historia, se cuentan 4 historias más.

La maldición de las brujas, Roald Dahl, Anjelica Huston
Uno de los puntos fuertes del film, como no podía ser de otra forma estando Jim Henson detrás (la última película en la que participó), son sus maquillajes, que no se cortan un pelo en brujas grotescas, que para enfatizar su aspecto en muchos planos eran hombres y no mujeres las que se escondían bajo un maquillaje que recuerda mucho a los extraterrestres de Alien nación.
Pero la palma de los maquillajes se la lleva la la gran bruja interpretada por Anjelica Huston, sin duda lo mejor del film.
Otro detalle dentro del cast es la presencia de Rowan Atkinson, haciendo un pequeño papel como el director del hotel donde transcurre la historia.

La maldición de las brujas, Roald Dahl, Anjelica Huston
Aparte de los maquillajes, otra de las labores del equipo de Henson son los pequeños ratoncitos que son animatronics que salen la mar de airosos y transmiten muchísimo más que un ratón digital que es como se haría en la actualidad.

Por contra decir que la película, pese a sus muchas cualidades, cuenta con una factura muy plana y con tufo a telefilm, cosa que viene de rebote por estar rodada en Inglaterra.
Y como suele ser habitual, la película cambia varias cosas del relato original de Dahl, como el final, aquí mucho más happy end, o varios elementos aquí dulcificados. A saber si por eso el film pasó sin pena ni gloria por las carteleras.

jueves, marzo 03, 2011

Permanezca en sintonía

Permanezca en sintonía, John Ritter, Peter Hyams,  Jeffrey JonesEl desaparecido John Ritter será recordado más por sus incursiones televisivas, ya sea en series (Apartamento para tres) o telefilms (It), que en el cine, pese a que tiene bastante pelis destacables a sus espaldas: Una cana al aire de Blake Edwars, ¡Qué ruina de función! de Peter Bogdanovich o CIA: Operación Especial junto a James Belushi.

Pero sin duda dos son las pelis por las que será recordado: Este chico es un demonio y Permanezca en sintonía, una mezcla de comedia y cine fantástico más propia de Harold Ramis que de su director, Peter Hyams, un especialista en pelis repletas de efectos especiales (2010. Odisea 2, Capricornio uno, Atmósfera cero, Timecop, El fin de los días...).

Permanezca en sintonía, John Ritter, Peter Hyams,  Jeffrey Jones
Aquí Ritter ejerce del clásico padre de familia americana, con su mujercita, la hija, el hijo pequeño y una pedazo de casa de dos plantas (jardín incluido) que uno no se explica como la paga con un empleo de vendedor ambulante. La cuestión es que el tipo pasa todo su tiempo libre viendo la tele, cosa que hace que su matrimonio esté apunto de irse al traste.

Un buen día recibe la visita de un misterioso vendedor de televisores, que le ofrecerá el último modelo en el mercado. Lo que el bueno de John Ritter no sabe, es que acabará siendo absorvido por ese televisor y deberá mantenerse con vida dentro de él durante 24 horas si no quiere que su alma arda en los infiernos.

Permanezca en sintonía, John Ritter, Peter Hyams,  Jeffrey Jones
Permanezca en sintonía,
que tiene una estructura idéntica a Cariño, he encogido a los niños, mezcla esos elementos que tanto nos gusta de parodias de series y programas televisivos. En los escasos 90 minutos que dura el film vamos a disfrutar de El mundo de Duane, El silenciador de los corderos, El precio injusto, Atropellando a Miss Daisy... O ese momento de autoguiño donde Ritter aparece en el decorado de Apartamento para tres.
Pero para mi hay dos momentos impagables.
El primero es la parodia de Star Trek con un decorado de cartón piedra. Divertidísima.

El segundo momento, y seguramente todos estarán de acuerdo conmigo, la secuencia en la que los protagonistas se convierten en dos ratones de dibujos animados y nos encontramos en el clásico cartoon de gatos persiguiendo ratones. Todo ello supervisado por el mismísimo Chuck Jones.

Permanezca en sintonía, John Ritter, Peter Hyams,  Jeffrey Jones
Aparte de Ritter nos encontramos un par de caras conocidas, Eugene Levy y Jeffrey Jones, que desde hace unos años no rueda nada, entre otras cosas porque fue arrestado por tener material no recomendable, (niños, fotos... me explico, ¿no?) y ya sabemos que los yankis cuando estás marcado no te dan papeles.

Otra cosa es que mientras la veía iba pensando, "como me recuerda esta banda sonora a la de El secreto de la pirámide". Luego miro y voilà, el compositor, Bruce Broughton, es el mismo, con lo que aquello de que los músicos se acaban repitiendo y autoplagiando aquí se cumple a rajatabla.

Permanezca en sintonía, John Ritter, Peter Hyams,  Jeffrey Jones
Permanezca en sintonía, estrenada en el 92 (aquí en verano del 93), fue una película que pasó muy desapercibida en cines, pero que, por esas cosas que tenían los videoclubs, cosechó mucha popularidad en vídeo. Por eso el que no la haya visto tiene que darle una oportunidad a esta peli divertidísima (no de carcajadas pero sí de sonrisas mil), que pasa en un suspiro y, porqué no decirlo, John Ritter siempre nos caerá simpático.

martes, marzo 01, 2011

Un mundo de fantasía (Willy Wonka y la fábrica de chocolate)

Un mundo de fantasía (Willy Wonka y la fábrica de chocolate), Gene Wilder, Mel Stuart, Roald Dahl
No sé si las generaciones que han nacido a partir de los 90 van a tener o tienen películas traumáticas, pero sin duda los que vinimos antes tenemos unas cuantas. Y la de hoy es una de ellas.
Un mundo de fantasía nació, como muchas veces suele pasar, casi por casualidad cuando la hija de Mel Stuart, que básicamente era un director y productor de documentales, le pidió a este que hiciera una película del libro Charlie and the Chocolate Factory de Roald Dahl publicado a mediados de los 60.


David L. Woper, productor de muchos documentales de Stuart, comenzó a darle forma al proyecto cuando convenció Quaker Oats Company, empresa alimentaría que se dedicaba básicamente a los cereales de avena, para que invirtiera en la producción y lanzara productos como chocolatinas y cosas por el estilo a modo de merchandising. Algo parecido a lo que hizo Filmation con Mattel para poner en marcha sus Masters del universo.

Ese lanzamiento de chocolatinas fue la razón por la que el título acabó dereviando a Willy Wonka & the Chocolate Factory, para darle más énfasis al fabricante de golosinas.

Un mundo de fantasía (Willy Wonka y la fábrica de chocolate), Gene Wilder, Mel Stuart, Roald Dahl
En un principio el propio Dahl iba a estar muy involucrado en la película siendo el guionista. Pero cuando vio que sus sugerencias para actores que podían interpretar a Wonka eran desechadas o que su guión acababa siendo rescrito por David Seltzer (futuro guionista de la saga La profecía), que acabó enfatizando más la figura de Wonka (pese a que este no aparece en pantalla hasta casi la mitad del metraje) en detrimento de Charlie, decidió salirse del proyecto. Además de prohibir a su editorial que vendiese los derechos de la secuela del libro, Charlie y el gran ascensor de cristal.

Finalmente el film, que se rodó en Alemania, se estrenó en verano del 71 pasando con más pena que gloria por las taquillas, apenas recaudando poco más de su presupuesto.

Un mundo de fantasía (Willy Wonka y la fábrica de chocolate), Gene Wilder, Mel Stuart, Roald DahlMal rollo

Un mundo de fantasía (Willy Wonka y la fábrica de chocolate) acaba siendo un musical muy cercano a El extravagante Doctor Dolittle, donde casi no hay números de baile, aunque, por suerte, las canciones no fueron dobladas como en la peli de Fleischer.
Donde existe un mal rollismo sobre todo por la presencia de Gene Wilder (elección que me parece acertadísima) y que llega a su cenit en la famosa escena del tunel (que incluso fue versioneada a finales de los 90 en el clip Dope Hat de Marilyn Manson), donde vemos desde un lagarto, un ciempiés recorriendo una cara o un hacha cortando el cuello de una gallina. A ver si eso aparece en alguna producción infantil de la actualidad.

Esa angustia sigue cuando los niños van desapareciendo de la fábrica y nunca se nos explica que ha pasado con ellos, casi dándonos a entender que han muerto.

Un mundo de fantasía (Willy Wonka y la fábrica de chocolate), Gene Wilder, Mel Stuart, Roald Dahl
Como es bien sabido, después de más de 30 años, Tim Burton hizo una nueva versión (que no remake) de la novela de Dahl. Según dijo la versión de Stuart no le gustaba y su versión es más fiel al libro.

A diferencia de la versión de Mel Stuart aquí, como no tenían ninguna intención de hacer una secuela con el siguiente libro, se usó parte del material de este y se explicaba algo lo que pasaba con Wonka y Charlie una vez que se montaban en el ascensor. Además de eso se sacaron de la manga la infancia de Wonka con su padre dentista, detalle que, por otra parte, me parece muy bien buscado, pero esas buenas ideas acaban desmoronándose cuando Burton abdica y al final nos muestra que a los niños desaparecidos no les ha pasado nada.

Pero en general no creo que la versión de Burton sea mejor, cuenta con muchos más medios (me hace gracia que Burton aconsejara a Alex McDowell, diseñador de la producción, que se mirase el Diabolik de Bava para inspirarse) pero por contra tiene a un peor (muuucho peor) Willy Wonka, con un Depp que hace el ganso sin ser capaz de transmitir ese mal rollo que sí conseguía Wilder. Mejor les hubiera ido su hubiesen contratado a Christopher Walken o Michael Keaton como se rumoreó.